martes, 1 de mayo de 2012

¿PELIGRA EL CULTO A “LA VIRGENCITA”?


                                           FLASH LITÚRGICO QUINCENAL

¿PELIGRA EL CULTO A “LA VIRGENCITA”?



Este fotógrafo de la realidad litúrgica que escribe los Flash, sintió gustito cuando uno de sus alumnos del Seminario lo abordó para reclamarle por la ausencia de la Virgen María en estas notas quincenales. Eso quiere decir: que hay quienes se interesan por lo integral de los flash, que hay quienes piden hilo como las cometas que tienden a tomar altura, que hay quienes notan que al hablar de la Opus del Hijo, no se puede olvidar a la Madre.

Tomando atenta nota, qué mejor ambiente que este mes de Mayo para responder al justo reclamo dedicando estas líneas para hablar de la devoción mariana y ratificar con un rotundo NO a la pregunta de encabezamiento.

El culto a la “Virgencita” María NO peligra, pues está garantizado en la Iglesia por varios frentes: La Sagrada Escritura, la tradición, el magisterio de siempre y el más reciente, el cariño especial de nuestros pueblos y, en especial,  por la misma liturgia. Veamos ésta última.

La Liturgia recuerda a María en LAS HORAS: tanto en laudes, vísperas o el Oficio. También recuerda diariamente a la Madre de Dios, concluyendo el las Completas, siempre con una antífona mariana de las que existen cinco formularios: Salve Regina; Bajo tu amparo nos acogemos; Madre del Redentor, en Adviento y Navidad; Regina caeli, laetare, alleluia (Reina del cielo, alégrate) en tiempo pascual y Salve, Reina de los Cielos, en Cuaresma. Un lugar ciertamente privilegiado en esta Liturgia de las Horas concluir cada día con el recuerdo a María.

La liturgia recuerda a María TODOS LOS DÍAS: en la Plegaria Eucarística , que es el centro de la celebración, en algunos de los numerosos prefacios marianos establecidos para las fiestas de la Virgen, en las intercesiones cuando la Iglesia hace memoria de los Santos. También se la recuerda en el Credo, cuando lo hay, (y nació de santa María Virgen) y en el acto penitencial (si se escoge la fórmula del Yo confieso en la frase "por eso ruego a santa María, siempre Virgen").

La liturgia recuerda a María TODAS LAS SEMANAS: en la memoria libre de Santa María en Sábado, día en el cual se pueden decir una de las misas de santa María Virgen. Desde la Edad Media se ha considerado el sábado como día dedicado a la Virgen (en las liturgias orientales es el miércoles). El fundamento de tal elección hay que buscarlo en la tradición, que considera que el sábado, día en que Jesús permanece muerto, es el día en que la Fe y la Esperanza de la Iglesia estuvieron puestas en María  presidiendo el Colegio Apostólico.

Ahora en EL MES de mayo: tradicionalmente el pueblo cristiano ha tenido un recuerdo especialmente ligado a la memoria de María, nacido de elementos de la piedad popular. Al coincidir con el tiempo pascual hay que saber conjugar la presencia de María con la Cristo, ya que María es en definitiva el fruto más espléndido de la Pascua que nos trae Jesús.  

La liturgia recuerda a María EN EL AÑO litúrgico: nos dice la SC 103: “En la celebración de este círculo anual de los misterios de Cristo, la santa Iglesia venera con amor especial a la BIENAVENTURADA MADRE DE DIOS, la Virgen María , unida con lazo indisoluble a la obra salvífica de su Hijo” El Adviento es un tiempo especialmente mariano: se celebra la solemnidad de la Inmaculada, en tiempos de Navidad la solemnidad de María, Madre de Dios. La última semana del Adviento es toda una eclosión de María. Sin embargo, en Semana Santa la presencia de la Virgen al pie de la cruz se hace patente (he ahí a tu hijo... he ahí a tu madre), así como en Pentecostés cuando los Apóstoles, presididos por la Virgen, reciben el Espíritu Santo.

                                                                            Espera el próximo flash… ¡es una nota!.

1 comentarios:

excelente que haya acatado la recomendación del compañero, es muy bueno saber que María es también protagonista en nuestra liturgia.

Publicar un comentario