lunes, 18 de marzo de 2013

FLASH LITÚRGICO QUINCENAL: ¿CIRIO PASCUAL DONDE NO SE CELEBRÓ VIGILIA PASCUAL?



EL CIRIO PASCUAL EN LAS COMUNIDADES QUE NO HAN TENIDO VIGILIA: 
Algunas comunidades no tienen la suerte de poder celebrar la Vigilia Pas­cual y tienen que juntarse con otras para una única Vigilia. ¿Qué se hace en este caso para que el Cirio presida las celebraciones de cada lugar de culto durante la Cincuentena, al lado del ambón de la Palabra?

La solemne bendición del fuego y el encendido del Cirio, la procesión entrando en la iglesia a oscuras, la progresiva iluminación, y el gozoso canto del Exsultet (Pregón pascual) en torno al Cirio que representa la luz de Cristo en medio de un mundo a oscuras, son elementos muy significativos de la primera parte de la Vigilia Pascual.

Pero cuando se leen con atención los textos de esta Vigilia, se da uno cuenta que el Cirio mismo no es bendecido: lo es el fuego nuevo. Inscribir en él la fecha del año y el Alfa y Omega, "Cristo ayer y hoy...", clavar los granos de incienso y encender finalmente el Cirio con las palabras “la luz de Cristo, que resucita glorioso, disipe las tinieblas del corazón y del espíritu”, todo ello son ritos secundarios que subrayan la dignidad del Cirio Pascual. Pero no constituyen una verdadera “bendición del Cirio”.

El Cirio Pascual es un símbolo clave durante la Pascua, y también en los bautizos y exequias. Por eso cada lugar de culto debería tener uno y encenderlo en todas las celebraciones del Tiempo Pascual. También allí donde no se ha podido celebrar la Vigilia.

Si en la Vigilia que se celebra en la iglesia principal hay representantes de las otras comunidades que no la pueden celebrar, se podría hacer un rito sencillo, al final de la misa, antes de la solemne bendición de despedida, para significar que se envía este Cirio a los otros lugares de culto.

Podría organizarse así. Un representante de cada comunidad trae al presbiterio el Cirio Pascual que han adquirido y que les servirá durante la Cincuentena. El presidente enciende cada uno de ellos tomando el fuego desde el Cirio único que ha estado brillando durante la celebración. Los representantes de las comunidades los llevan así, encendidos, en la salida los apagan allí, y luego los llevan a sus respectivas iglesias para entronizarlos al comenzar la misa del domingo de Pascua.

Este rito no es una «bendición del Cirio» (en la Vigilia se bendice también sólo el luego, no el Cirio). Pero puede ayudar a conectar el Cirio de cada iglesia local con la celebración de la Vigilia allá donde sí se ha podido celebrar. Y es mejor hacer este rito al final de la Vigilia, para que no haya varios Cirios encendidos a lo largo de la celebración.

La liturgia romana se caracteriza por su sencillez. Por eso, no tendríamos que ir creando nuevos ritos. Pero el misal supone que cada parroquia celebrará la Vigilia, situación que no se da en muchas ocasiones. En estos casos uno hace lo mejor que puede para que la presencia del Cirio exprese bien su relación con la Vigilia y siga siendo un brillante símbolo del Cristo Resucitado, que es para todos la luz del mundo.

                                                                                            Espera el próximo Flash....   ¡Es una nota! 

1 comentarios:

GRACIAS POR ESTOS APORTES LITURGIANDO, DE VERDAD QUE APRENDEMOS EN CANTIDADES!!!
UN SALUDO MUY CALUROSO DESDE LA GUAJIRA PARA EL PADRE FRANCISCO TAMAYO Y PARA CADA UNO DE SUS COLABORADORES EN ESTA BELLA PROPUESTA DE LITURGIA QUE CADA DÍA NOS ENSEÑA MÁS Y MÁS...

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