FLASH LITURGICO QUINCENAL.
Este fotógrafo de la realidad quien
gusta de elaborar estos flash, ha observado, no pocas veces, que el ministro
que sostiene el libro ante el sacerdote durante la acción litúrgica se retira
sin esperar que éste acabe la oración, es decir, justo cuando empieza la
conclusión Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo..., cosa que significa,
ni más ni menos, que el acólito en cuestión se retira, dejando al sacerdote con
la palabra en la boca.
A veces, la misma actitud del sacerdote
alienta esta decisión, ya que al empezar la citada conclusión, como ya la sabe
de memoria, aparta los ojos del libro (¡craso error!), lo cual es interpretado
por el ministro como una invitación a marcharse con la música (léase misal o
ritual) a otra parte.
¿Es correcta esta forma de proceder?
No. El ministro del libro no debe nunca retirarse antes de que el sacerdote
haya acabado totalmente; es decir, se marchará a su lugar después que el obispo
o el presbítero hayan pronunciado toda la oración (que incluye su
conclusión). Sólo entonces, al escuchar el amén de la asamblea, podrá
retirarse.
No es elegante ni educado dejar a
alguien con la palabra en la boca, y mucho menos si este "alguien" es
quien preside in persona Christi capitis la sagrada liturgia. ¡Vamos,
digo yo! Pues esta normatividad no aparece en ningún reglamentario… pero a
veces el sentido común de seminaristas interesados en la liturgia aparece como
regla.
Ah… estoy cumpliendo en que estos
“flash” sean más cortos.
(Con aporte del apreciado P. Jaume González, actual director del ISLB)
No te pierdas el próximo flash… ¡Es una nota! para mediados de Agosto.