Ante la pregunta de este FLASH LITÚRGICO QUINCENAL detalla esto querido lector: La respuesta es tan clara como decirte que Sí y que No. Sí, en cuanto que en el nuevo bendicional (De Benedictionibus,1984; capítulo XXXIV) el árbol de navidad es un objeto formal de bendición y en las praenotandas se nos dice, palabras más, palabras menos, que la costumbre del árbol adornado en los hogares cristianos durante las fiestas navideñas, es recomendable, pues puede recordarnos que Cristo nacido en Belén es el verdadero Árbol de la vida; el árbol iluminado recuerda a Cristo Luz del mundo y además, dicha bendición la hará el papá o la mamá junto a toda la familia al iniciar la navidad. Luego, el texto de la bendición es bellísimo, entre otras cosas dirá: “…Concédenos, a quienes hemos adornado este árbol vivir a la luz de los ejemplos de la vida santa de tu Hijo…”
Así pues, el árbol
de Navidad representa ese árbol que nace y que con el tiempo madurará en un
gran árbol del cual saldrá la cruz que tal como nos recuerda la liturgia del
Viernes Santo: “Cruz amable y redentora,
árbol noble y espléndido, ningún árbol fue tan rico ni en frutos ni en
flor”. Podemos decir que de alguna
manera el árbol de Navidad nos recuerda la redención. Las luces representan la
luz de Cristo en nuestra vida y la estrella que en algunas ocasiones se
coloca en la punta representa a la estrella de Belén que anuncia la redención a
la humanidad. Así mismo, se asocia al
árbol de Navidad con el árbol de la vida, que lucía en medio en medio del
Jardín del Edén y después de la caída desaparece; la fruta y las decoraciones
nos recuerdan las gracias y dones que el hombre tenía cuando vivía en el
Paraíso en completa amistad Dios. Por el nacimiento de Cristo, los hombres
renacen y tienen acceso a la plenitud de la vida. El árbol de Navidad
representa el haber recobrado dichos dones gracias al sacrificio de Jesucristo.
Para este tiempo de navidad, los
datos que te presento en este flash, ayuden a iluminar su significado para los
cristianos y su valoración para las familias que quieren celebrar con signos
visibles el acontecimiento tan maravilloso de un Dios hecho hombre. Celebremos
la liturgia familiar y eclesial con toda reverencia en torno a estos signos que
nos hablan de alegría y salvación.
¡No te pierdas el próximo flash… es una nota!